"Su optimismo era un canto permanente a la vida, al amor, a la existencia futura que habían planificado juntos. Se tragó entre lágrimas el alarido de fiera herida que pugnaba por salir de su pecho. Su cuerpo temblaba. Notaba las piernas blandas, incapaces de sujertarlas pero no se iba a rendir. No. "
Los ojos del bosque.
Lydia Leyte.
Sinopsis
Bajo su aparente fragilidad, Cristina Olabide posee la dureza del acero. Es una muher tenaz que lucha por sacar a flote su taller de confección artesanal y la casa de turismo rural instalada en el torreón familiar. Todo marcha según sus planes hasta que Bruno Elorza, un seductor con ojos de poeta, propietario de una promotora bilbaína, decide construir un hotel de lujo con spa justo al lado. Un día se conocen por casualidad. Sin saber que ambos están enfrentados, se dejan arrastrar por una parasión irrefrenable. Pero la cruda realidad se impone y les obliga a debatirse entre el deber y el amor.
Mientras luchan contra la intensidad de sus sentimientos se ven involucrados en una serie de episodios violentos que hunden sus raíces en el pasado. Cristina descubre de la peor manera posible un antiguo secreto silenciado durante años.
Conocemos a la autora
Mujer soñadora desde muy niña en su imaginación infante sus oficios eran los de casi todas las niñas a su edad; princesa, bailarina de ballet, actriz de cine, y muchos más tomaban forma casi siempre..."en la clase de matemáticas.
Mientras la profesora nos enseñaba a dividir, o nos explicaba el teorema del
triángulo, yo danzaba con mi tutú por los grandes escenarios, o recibía a la
prensa en la habitación de un hotel de lujo". Nos confiesa Lydia Leyte, ahora que nadie nos oye.
Con catorce años decidió hacer Historia del Arte y después ser arqueóloga, pero no una cualquiera, sino una de las grandes que descubriera grandes hallazgos en Egipto o en Maccu Pichu.
"Esta etapa duró mientras me
obligaban a estudiar matemáticas, física y química. En cuanto aprobé estas
asignaturas, hice un examen de conciencia y llegué a la conclusión de que lo
mío no eran las excavaciones. Demasiados bichos arrastrándose en la oscuridad.
De sus personajes no podría decir nada diferente a lo que antes no ha contado su creadora. Si puedo añadir que atraídos desde el primer instante, vuelan chispas al mínimo roce, con el más mínimo de los contactos, pero la naturaleza desconfiada de Cristina hará que pronto nazcan sospechas sobre la verdadera identidad de Bruno.
Lydia Leyte |
Fue la etapa en que me centré.
Dejé de divagar acerca de mi vida y empecé a inventar historias en las que
otros y otras eran protagonistas. En ellas había algo de amor, pero por aquel
entonces no era lo más importante. Lo mío era la aventura, el suspense, y el
deseo de salvar a la
Humanidad de algún desastre. Alienígenas incluidos".
En muchas ocasiones escuchamos, leemos que un escritor ejerció durante muchos años una carrera u oficio completamente diferente a escribir. La autora de Los ojos del bosque nos cuenta cómo fueron sus inicios y qué la llevó a dedicarse a este arte de emsamblar las palabras para que fluyan apasionantes historias como la que ella nos brinda con su novela.
"La vida te lleva por caminos
distintos a los imaginados. En efecto estudié Arte, aunque pocas veces tuve
ocasión de dedicarme a esa carrera. Desde siempre he impartido Lengua española,
porque el estudio de la lengua me apasiona tanto como escribir.
He llevado una existencia
plácida, dedicada a las clases en un IES, a mi chico, a mis perros, a la cocina
y a los viajes. Hace unos años, los cimientos de mi cómodo mundo se
tambalearon. Una enfermedad me apartó del trabajo, y ante mí empezaron a
desfilar horas y horas del día vacías de contenido.
Siempre he creído que las
personas no debemos dejarnos vencer por los golpes que nos da la vida. Debemos transformarnos
de la misma manera rotunda en como lo hace la materia. En mí, esa
transformación vital llegó de la mano de la escritura. En un taller de escritura me dieron las
pautas y las herramientas, además de un grupo de amigas, a las que nunca he
dejado de querer. Y, el tiempo, me ha dado la posibilidad de emborronar un
papel con historias que salen de mi imaginación, poder publicarlas, y
mostrarlas a los lectores que quieran leer mi obra".
A lo largo de muchos años dedicados a la lectura siempre me ha llamado la atención cómo nace una historia, cómo se crea una trama que pueda lograr enganchar al lector de principio a fin, los personajes que van surgiendo a lo largo de la misma hasta conseguir encadenarlos a los protagonistas principales.
Lydia Leyte nos da su particular visión sobre ello.
"A veces creo que siempre está ahí,
guardada en nuestra imaginación, y que ante un
pequeño estímulo salta como una rana. A partir de ese momento nada te detiene.
Surge un impulso que obliga a escribir, a sacar a la luz una historia.
En LOS OJOS DEL BOSQUE el resorte
fue una construcción. Ni siquiera una casa, y mucho menos una mansión señorial. Todo empezó hace bastante tiempo. Estuvimos
de viaje por el País Vasco, en concreto por Álava. En un pueblo, del que ya no
recuerdo ni su nombre, vi un torreón. Conservaba la puerta y las ventanas
medievales. Tenía anexionado un pajar enorme, en bastante mal estado. Algo de
aquella incongruencia me llamó la atención. ¿A quién se le había ocurrido
destrozar aquella torre tan hermosa? Mi imaginación la reconstruyó. La
visualicé al estilo de una antigua casona señorial, por dentro y por fuera. La
decoré. Coloqué retratos de antepasados en la escalera, y alfombras, y una
cocina enorme, al estilo de las que había en mi pueblo de La Rioja. Ahí nació la casa de los
Olabide. Claro que en aquel momento aún no tenía nombre.
Cristina Olabide, la casa torre
Olabide, el entorno, el paisaje…. nacieron en otro viaje. Esta vez en la zona
sur de Navarra, Cintruénigo, Fitero y alrededores.
Hay lugares por los que pasas y
los disfrutas. Los guardas un tiempo en la imaginación y después se van
diluyendo, hasta casi desaparecer. Y hay lugares que crean en ti una impresión
tan potente que no te puedes olvidar de ellos. A mí me pasó con esa zona. No
sé si fue el día claro y luminoso, el río Alhama y su soto, el pueblo
construido sobre un roquedo, la idea de que el poeta Gustavo Adolfo Bécquer
estuvo en el balneario de Fitero para tratar de curarse de su tuberculosis. O
si mi espíritu estaba receptivo para recoger todas esas impresiones y crear el
mundo de los Olabide. El caso es que me sentí como uno de esos buscadores de
paisajes cinematográficos. Llegué, y dije: “Este es el lugar”.
Paisaje narrado en Los ojos del bosque |
Cuando cogemos un libro del estante de la librería no sabemos si su historia nos gustará y necesitaríamos saber algo más de lo que la sinopsis nos trata de transmitir. La autora nos lo pone un poco más fácil con las descripciones que, a continuación, nos ofrece de sus personajes.
"Reconocí a Cristina con facilidad. La imaginé orgullosa, algo
fría y distante, pero muy vulnerable. Solitaria y triste por un pasado terrible.
Hermosa. Elegante. No por su atuendo, sino por esa elegancia interior que tiene
la gente distinguida.
Bruno era el claro oponente y
compañero. Es un luchador a quien nunca le ha faltado el cariño de los suyos.
Nunca ha tenido que preocuparse de los demás, porque nunca le han faltado. Su
encuentro con Cristina no solo le cambia la concepción de la vida, sino que da
un giro radical a sus sentimientos, a la forma de ver su relación con otros. Y
surge en él, de manera inevitable el deseo feroz de protección. Su atractivo
reside en el carácter, en su paciencia cachazuda que encierra un espíritu terco
e indomable. Suave por fuera; de acero, por dentro.
Hay una anécdota acerca de su
nombre. Yo dudaba en cómo llamarle. Repasé muchos nombres y ninguno me
convencía. Un día recibí un mail de mi querida Olivia Ardey. Me hablaba de su
hijo Bruno. Y yo decidí apropiarme del
nombre. Hemos reído mucho acerca de esta anécdota.
El resto de los personajes,
incluido el “malo malote” surgieron de forma espontánea, conducidos por la
propia trayectoria de la historia, por la necesidad de crear un mundo íntimo y
cerrado alrededor de la torre Olabide y de su propietaria, Cristina, en el que
se unieran pasado y presente.
Hay en LOS OJOS DEL BOSQUE una
parte preciosa. En un apéndice aparte se cuenta
la historia de Arístides del Valle. En forma de diario nos narra un
episodio trágico que va a cambiar su existencia para siempre. Y ese episodio es
el desencadenante de la historia de suspense presente: la amenaza a la que
tendrán que enfrentarse Cristina Olabide y Bruno Elorza para salvar sus
vidas".
Reseña
Esta segunda novela que leo de esta autora ha logrado captar mi interés no solo por la lectura de la misma, si no también por detectar su forma particular de escribir. Una narrativa elegante, muy limpia con un entramado de dos géneros, suspense y romántico, tan bien enlazados que no pierde fuerza en ningún momento de la historia. Todo está perfectamente unido, hilbanado con una vocabulario sencillo para no perder detalle la trama.
Cuando tenemos ante nosotros un novela, lo primero que vemos después de leer su título es su portada. Con la de LODB no puedes evitar pensar en la historia que encierra entre sus páginas. Al fondo de la misma donde un bosque es iluminado por una fuerte luz intentas descubrir dónde estan los ojos. Un consejo, no los busques en su portada, no los encontrarás. Búscalos dentro de la historia.
"El hombre colocó la punta metálica del bastón de monte en un hueco entre dos piedras, apoyó las recias botas en la roca y dándose un impulso accedió a la cumbre. Avanzó con cuidado por el abrupto terreno y se sentó sobre la piedra caliza ancha y plana, en la que solía situarse. Se acomodó, colocó el bastón entre sus piernas, asido por una mano y extendió el otro brazo en postura displicente sobre otra roca algo más alta. Después se dedicó a observar el paisaje con la misma intensidad con la que lo hacía en las últimas semanas".
El lugar elegido para desarrollar la novela es, sin duda, un pequeño paraíso perdido en la naturaleza que nos describe con muchos detalles sin perder la esencia de la novela. La extraña sensación de ser vigilada en el bosque atemoriza a Cristina Olabide, sin embargo pensar en que alguien quiera matarla se le antoja ¿absurdo?, ¿ridiculo?
"Es... es absurdo. Sé que alguien me vigila, aunque yo trate de negarlo. No. No me pregunteis cómo lo sé. No puedo explicarlo. Lo siento en la piel. Estoy distraída y de pronto..."
Una novela apasionante cargada de chispa, emoción, intriga, que deleitará a más de un lector. No es una típica historia romántica, en absoluto. Sus personajes encadilan desde el primer momento, la trama hará que te quedes enfrascado hasta el final de sus páginas. Y como no podría faltar en una novela romántica el punto tierno de la historia lo ponen dos personajes maravillosos, Zar y Cara. ¿Quienes son ellos? ¿Qué papel juegan en la novela? Tendrás que leerla para saberlo.
En el blog de la autora podrás encontrar referencias a esta novela.
Solo tú, Mª Elena, una persona sensible, que habla desde el corazón eres capaz de hacer una reseña tan hermosa y completa. Miles de gracias. Es realmente emocionante.
ResponderEliminarQué entrada tan preciosa, es un placer conocer mejor a Lydia!!
ResponderEliminar¡Muy interesante! habrá que echarle un vistazo :)
ResponderEliminarGracias por compartir, saludos!!
Que entrada hermosa... tengo muchas ganas de leer esta novela hace tiempo pero no está aqui en la Argentina :(
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias, Estefi. Por si te interesa, te dejo dos enlaces en los que puedes encontrar LOS OJOS DEL BOSQUE en versión digital:
Eliminarhttp://www.casadellibro.com/ebook-los-ojos-del-bosque-ebook/9788483654941/2078933
http://www.amazon.es/Los-ojos-bosque-Lydia-Leyte-ebook/dp/B00B63M18Y
De nuevo gracias por interesarte por la novela.